domingo, 30 de octubre de 2011

Halloween Cookies



Me he tenido que rendir a Halloween... yo que jamás he celebrado esta ¿fiesta? ¿tradición? importada de Estados Unidos; ahora resulta que Halloween está por todas partes, en el colegio de mi hijo, en la academia de inglés, en Facebook, en los blogs de cocina y de casi cualquier tema... en la guardería por suerte esta semana han estado con las hojas de otoño, ninguna alusión al dichoso "jalogüin" por parte de la pequeña. Adrián se ha pasado toda la semana preguntando ¿hoy es Halloween? ¿ya es Halloween esta noche? Y claro, ha llegado el fin de semana y ya que no nos hemos disfrazado al menos teníamos que hacer algo con temática terrorífica. Pues qué mejor que galletas, porque debo confesar que, aunque no me hace especial ilusión Halloween, tenía un set de cortantes que compré un día junto con unos de dinosaurios sin saber muy bien porqué. Y como mi niño es súper fan del fondant y a mi cada vez me gusta más y me resulta más sencillo que la glasa, pues a por ellas, Halloween Cookies decoradas con fondant. Eso sí, algo sencillito... usamos todos los cortantes del set, buho, bruja, calabaza, fantasma, murciélago, luna y gato pero sólo decoramos los más sencillos, el fantasma, la calabaza y el murciélago.



La receta de las galletas es la que suelo usar siempre que voy a decorar, las galletas sin huevo de Chris de Sugarmur. Tiene tanto versión tradicional, como versión Thermomix y en este caso utilicé la maquinita para hacerlas con la siguiente receta:

INGREDIENTES

250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
125 gramos de azúcar glass tamizado
415 gramos de harina tamizada
1 pizca de sal
1 cucharadita de aroma (en mi caso de coco)

PREPARACIÓN

Pesamos y tamizamos el azúcar glass por un lado y la harina con la pizca de sal por otro. Ponemos la mantequilla en el vaso de la Thermomix y programamos 1 minuto a velocidad 3. De nuevo en velocidad 3 pero sin tiempo vamos agregando el azúcar glass a cucharadas hasta terminarlo. Al acabar bajamos el azúcar que haya quedado en las paredes del vaso con ayuda de una espátula y lo ponemos en velocidad 3 para que termine de mezclarse bien. Seguimos en velocidad 3 y añadimos la esencia o el extracto que más nos guste y a continuación vamos añadiendo la harina a cucharadas, igual que hicimos con el azúcar. Cuando se haya mezclado bien ya tenemos nuestra masa lista. La sacamos del vaso ayudándonos con la espátula y moviendo la base de las cuchillas por debajo del vaso y la colocamos sobre un pliego de papel de horno.

Ahora la amasamos un poco ayudándonos del papel de horno y la dividimos en dos partes. Pasamos la mitad a otro pliego de papel y cubrimos ambas mitades con otros dos pliegos de papel, como haciendo un sandwich en el que la masa es el relleno. Con un rodillo, si es regulable mucho mejor, estiramos la masa entre los papeles de horno hasta dejarla del grosor que nos guste, en mi caso 6 milímetros. En la foto veis a mi pequeño ayudante estirando la masa entre los papeles de hornear.



Una vez estiradas las dos mitades de masa las metemos en la nevera durante media hora por lo menos para que se enfríe y endurezca. Tras este tiempo sacamos la primera mitad y nos ponemos con la tarea de cortar aprovechando bien la masa para que nos queden pocos recortes. Colocamos en una bandeja de horno sobre papel de hornear o en una bandeja de galletas (en este caso yo no pongo papel de hornear, directamente la masa sobre la bandeja).

Horneamos en el horno precalentado a 175º C durante unos 10-15 minutos (dependerá del horno de cada uno), vigilando que no se tuesten, sólo deben dorarse ligeramente por los bordes y dejar de brillar. Al sacarlas estarán un poco blandas pero es normal, se endurecen al enfriarse. Yo las dejo unos pocos minutos, un par o tres, en la bandeja (si se os han dorado mucho mejor no porque continúan cociéndose con el calor de la propia bandeja) y luego ya las paso a una rejilla con ayuda de una espátula.



Mientras se enfrían sigo con la siguiente mitad de la masa, mismo proceso, cortamos y colocamos en una bandeja y horneamos el tiempo indicado. Con los recortes de masa hago otra bola y estiro de nuevo entre dos pliegos de papel de hornear, lo enfrío de nuevo en la nevera y corto y horneo una tercera bandeja de galletas. Intento aprovechar toda la masa en esta tercera tanda, para no marear mucho a la masa y para aprovechar el calor del horno y no tenerlo encendido durante demasiado tiempo.

Una vez que todas las galletas están horneadas y frías podemos guardarlas en una caja de plástico o de metal hasta que vayamos a decorar (incluso durante varios días) o decorar a continuación, que es lo que yo hice.



Para decorar las galletas básicamente trabajo como os expliqué en el paso a paso de las galletas Bob Esponja. En este caso usé como "pegamento" leche condensada, por eso de que los fantasmas eran muy blancos y no quería que se viese en los bordes el dulce de leche más oscuro.

En los fantasmas sólo estiré el fondant blanco y lo corté con el mismo cortante que la galleta, lo pegué y alisé un poco con el alisador y después pinté unos ojos y una boca terrorífica con un rotulador negro comestible.



Los murciélagos son también muy sencillos, estirar y cortar fondant negro, pegar sobre la galleta y hacer un par de marcas con una esteca de punta para los ojos. En estas marcas he puesto un par de bolas casi microscópicas de fondant rojo para hacer unos terribles ojos inyectados en sangre.



Las calabazas llevan un poco más de trabajo pero poco más, estiramos y cortamos fondant naranja (no tenía y mezclé amarillo con un poco de rojo) y pegamos sobre la galleta, alisamos y pasamos a cortar detalles en negro. El rabito de la calabaza lo he cortado con el mismo cortante de la galleta, haciendo una tira estrecha de fondant y cortando sólo con la parte del rabito. Como no me apetecía hacer pegamento para tan poca cosa he usado simplemente unas gotitas de agua aplicadas con un pincel fino a modo de pegamento.

Para los ojos he estirando otra tira finita de fondant negro y he cortado triángulos que he pegado también con agua. Con los restos de cortar los triángulos, dando un poco de forma con una esteca, he hecho la boca de sonrisa terrorífica... y ¡ya está!



Para terminar las he embolsado de tres en tres, colocando en el fondo de la bolsa un trozo de papel charol negro. Y he puesto una pegatina de Halloween Cookies para cerrar. Por cierto, tengo archivos en word y jpg de estas y de más pegatinas para imprimir (cumpleaños, Bob y Kitty, etc.), si alguien necesita que me mande un correo y se las envío.



Han quedado vistosas ¿verdad? ¡¡¡Y sobre todo terroríficas!!!

2 comentarios:

  1. A mi tampoco es que me apasione esta fiesta pero he de reconocer que para la reposteria y el fondant es genial, tiene mogollón de posibilidades divertidas y fatástica y si tienes nanos como es tu caso pues no te puedes resistir, anda que menudo ayundante que tienes.

    Las galletas te han quedado fantasticas y de sabor yo también he probado esa receta y están muy buenas.

    Ale, ahora toca disfrutarlas.

    Tienes un blog muy chulo y que sepas que te voy a probar alguna de tus recetitas, ya tienes una seguidora más. Besos y a disfrutar de Halloween.

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  2. Gracias Almudena! Me alegro de que te hayan gustado, aquí triunfaron, ya no quedan ni las migas! Así que hoy tuvimos que hacer otro postre, ñam! Besos!

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